Después de pasar un mes en España, por fin he vuelto esta semana a mi querida Siberia.
El 19 de enero tomé el vuelo a Rusia, después de pasar un agradable día con mi hermano, mi cuñada y mis padres. Precisamente este día cayó una buena nevada en la provincia de Segovia, volvía a ver el invierno antes de volver a ser expatriado del país. En un mes entero, solo había visto el sol en España durante un par de días, la mayoría de los días lloviendo. Hay gente que va a España por el clima, pero tenía ganas de volver, ya que ahora no llueve (sino nieva) y hay más sol.

Vista aérea de Siberia.
En noviembre y diciembre, la temperatura en Rusia era extrañamente inferior a la media. La temperatura apenas bajaba de – 10ºC grados.
– ¿Dónde está el frío? – preguntaba.
– Este tiempo no es normal, ya lo verás.
Por fin ha llegado ese momento, poder tener una vida normalmente a temperaturas extremadamente bajas y difícilmente alcanzables en Europa. Este es el pronóstico de la temperatura para los últimos días de enero, pero solo es un aviso porque en febrero parece que hará un poco más frío, llegaremos a -40ºC
¡Y eso no es todo! Aprovechando mis días de vacaciones (hasta la segunda semana de febrero no comienzo las clases en la universidad) me voy a ir a las montañas, el lugar donde todos los habitantes de Novosibirsk van a esquiar o hacer snowboard. Sheregesh es un gran ‘sky resort’ donde los jóvenes van a la nieve y se lo pasan realmente bien.
¡Qué locura! ¡Me voy a la montaña a pasar frío! Pero es un paisaje espectacular.

Sheregesh